Viejas cartas de amor

Sinopsis

Los lazos generacionales a veces se rompen por viejos rencores. Pero el pasado, tarde o temprano, siempre regresa.

Jackie se marchó de casa cuando descubrió que estaba embarazada. Nunca logró sanar las heridas que la alejaron de su madre. Sin embargo, el destino —siempre tan oportuno— les ofrece una última oportunidad para reconciliarse.

Carolina, la hija de Jackie, hará un hallazgo inesperado: unas antiguas cartas de amor atadas con un lazo rojo. Ese descubrimiento cambiará sus vidas para siempre.

Hay secretos que nunca deberían ver la luz…

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Hay momentos que quedan guardados para siempre en el corazón de quienes los viven. Hay secretos que no se comparten y que las almas abrazan en lo más profundo de sí mismas para que nadie los destape. Hay palabras que se quedan en la boca y nunca son pronunciadas. En fin, hay partes de una misma historia que se alejan de la luz esclarecedora de la verdad y se ocultan en la penumbra eternamente, detalles que jamás nadie sabrá.

Curiosidades

En todas mis historias dejo algo de mí… menos en esta.

No logré conectar con ninguna de las tres protagonistas. Fui como una espectadora, algo muy inusual en mí, ya que suelo escribir como una forma de terapia para gestionar emociones tan complicadas como la frustración.

No obstante, creo que el eje del conflicto intergeneracional entre Jackie, Carolina y Concha está bien desarrollado, y estoy segura de que más de una persona se sentirá identificada.
La falta de comunicación y comprensión dificulta que los lazos familiares perduren.

A veces, escribir desde fuera también enseña. Esta novela me ayudó a mirar las relaciones familiares con otros ojos, desde distintas generaciones y silencios. Quizá por eso, aunque no sea la historia que más me representa, es una de las que más tiene que decir.

Esta novela me dio la oportunidad de desarrollar una relación diferente con mis lectores, sobre todo al final, cuando les regalo un momento que ni siquiera las protagonistas llegaron a saber.
Uno de los capítulos es especialmente importante porque representa una fecha: el 14 de febrero de 1954. Elegí ese año en concreto porque fue el año de nacimiento de mi madre, y quise rendirle un pequeño homenaje.